La historia de Robert Haskins

Robert Haskins y la Escuela de Ministerio Cristiano Robert Haskins

Crecí en una casa de campo en el sureste de Oklahoma donde los vecinos eran muy pocos y vivían a una milla o más de distancia. El área no era muy fuerte para recibir educación y muchos estudiantes nunca terminaron la escuela secundaria. Muchos de los pastores mayores se mostraron escépticos de una educación de seminario. Me convertí en cristiano en 1954 justo después de graduarme de la escuela secundaria. Me sentí llamado a predicar un año después. Tenía mis ojos puestos en ser ingeniero mecánico. Como yo era tan tímido, no podía entender que Dios me estaba llamando al ministerio, pero quería obedecer, así que dije “Sí” al ministerio pastoral.

Varios predicadores mayores dijeron: “No vayas al seminario. Te arruinará. Mis padres me habían enseñado el valor de recibir la mejor educación posible, así que ignoré el consejo del predicador mayor y terminé la universidad y el seminario; Me gradue de la Universidad Bautista de Oklahoma y del Seminario Teológico Bautista del Suroeste con una Maestría en Teología y un Doctorado en Ministerio del Seminario Golden Gate.

Mientras pastoreaba la Iglesia Bautista Knob Hill en la ciudad de Oklahoma, la Convención Bautista de Oklahoma me pidió que me convirtiera en asociado del Departamento de Misiones como Director de Misiones Lingüísticas (étnicas). Trabajé con las iglesias bautistas de habla Choctaw mientras servía como pastor de la Primera Iglesia Bautista, Talihina; enamorándome de ellos, y ellos de mí. Oré por la invitación y en enero de 1970 me convertí en el director de idiomas con la Convención de Oklahoma.

A medida que los pastores étnicos se familiarizaron conmigo, comenzaron a preguntar: “¿Cómo desarrollo y preparo un sermón? ¿Cómo ayudo a desarrollar una Escuela Dominical sólida? ¿Cómo dirijo la Cena del Señor o una boda?”

Recibieron una formación formal muy limitada, si es que la recibieron, pero tenían una gran necesidad de ella. Pronto me di cuenta de que las iglesias no se fortalecerían a menos que los pastores recibieran alguna ayuda. Empecé a desarrollar un cuaderno de hojas sueltas de ayuda para el pastor. Pronto se reconoció que los pastores bivocacionales necesitaban algo de la misma ayuda. El cuaderno fue preparado por la BGCO y se entregó a pastores nuevos y principiantes junto con una pequeña biblioteca que contenía un juego de comentarios de dos volúmenes, el Manual de la Biblia de Haley, la Concordancia analítica de Young, etc. a pastores étnicos y bivocacionales a través de los Directores de Misiones de las asociaciones.

También comenzamos escuelas de capacitación de una y dos semanas para pastores que se llevaron a cabo en Camp Hudgens, Seminole Nation Indian Baptist Church, Clinton Indian Baptist Church, Muscogee Seminole Wichita Baptist Association, Choctaw Association y Cherokee Association.

También soñé con una biblioteca móvil con libros especiales para pastores que viajaran mensualmente a las regiones más necesitadas. Incluso me acerqué a la Home Mission Board para ayudarnos, pero no pudimos encontrar los recursos para hacerlo posible.

Cuando el Dr. Jordan se convirtió en el Director Ejecutivo de la Convención General Bautista en 1996, se interesó en ayudar a desarrollar nuestras iglesias y pastores étnicos. Se dio cuenta de la necesidad y comenzó a tratar de satisfacer la necesidad. Cuando me jubilé en el año 2000, en mi banquete de jubilación en la Iglesia Bautista Village, el Dr. Jordan anunció que la Convención General Bautista de Oklahoma comenzaría la Escuela Robert Haskins. Me sentí muy poco merecedor pero muy honrado porque vi la necesidad, tuve el sueño, pero nunca pude lograrlo por completo con los recursos. El Dr. Jordan ha hecho eso. Me siento honrado y agradecido, porque veo una gran necesidad de fortalecer el llevar el Evangelio a las naciones.

Les digo a todos los estudiantes: prepárense lo más que puedan porque Dios puede usar a una persona preparada y capacitada de maneras que no usa a los no capacitados que no tienen el deseo de equiparse mejor para la obra más grande del mundo. ¡La obra del Reino!

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